245 presos políticos en Venezuela pasan sus días entre tratos crueles y torturas

Según la Organización No Gubernamental (ONG) Foro Penal, existen 245 presos políticos en Venezuela al 01 de agosto de 2022. Indicaron que del total de reos contabilizados, 232 son hombres y 13 mujeres. Además, 115 son civiles y 130 militares. Sin embargo, la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia en Venezuela, sostiene que son 322 las personas detenidas por razones políticas en el territorio nacional.
Igualmente, Foro Penal detalló que, de los 245 privados de libertad por motivos políticos en manos del gobierno de Nicolás Maduro, 183 esperan por una sentencia de tribunal y 62 han sido ya condenados. Desde 2014 se incrementaron los casos de detenciones por razones políticas, llegándose registrar hasta la actualidad 15.774 privados de libertad por estos motivos en el país, de acuerdo con cifras de Foro Penal.
La Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos sobre Venezuela, en su informe emitido en 2020, señaló que en centros clandestinos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y en sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se cometieron graves violaciones a los DD.HH. de los detenidos.
El informe de la Misión detalló los tipos de torturas utilizados por los funcionarios de seguridad, pero el abogado Joel García indicó que existen otros métodos de torturas que sus propios defendidos han sufrido dentro de los centros de reclusión.
Algunas de las torturas que se aplican en Venezuela, según este informe, son:
-La tortura psicológica: los victimarios amenazan constantemente a los privados de libertad con la muerte y la de sus familiares.
-La sumersión: se caracteriza porque la víctima es sumergida en un recipiente con líquido. Con las manos esposadas y la cabeza hundida hasta que la persona decide hacer una confesión.
–La crucifixión: es un tipo de tortura que se le realizan a muchos presos políticos en Venezuela. Este tipo de maltrato consiste en guindar a la víctima por ambos brazos y que los pies queden sobre el aire.
–Sin agua ni comida: Además de restringirles la alimentación y la hidratación, llegan a ser obligados a comer en el suelo y a alimentarse forzadamente de heces.
–El aislamiento: las personas detenidas pueden ser sometidas a aislamiento en cuartos oscuros durante días, prohibición del uso de baños y a mantener los ojos vendados.
–Corrientazos: para los corrientazos, los funcionarios utilizan un generador de corriente que tiene dos polos. Estos son puestos generalmente en los genitales y le suministran intensas descargas eléctricas.
-Esposas apretadas: Los detenidos son obligados a tener excesivamente apretadas las esposas, lo que les provoca cortes en las muñecas.
–La bolsa plástica: este tipo de torturas consiste en acostar a la víctima en posición de cúbito vertical, con las manos esposadas hacia la parte de atrás y con los pies amarrados o esposados. Sobre la cabeza le colocan una bolsa plástica, que muchas veces suele estar impregnada de amoniaco o un insecticida, y proceden a asfixiarlo.
–Forrados con cartones: para este castigo los victimarios forran el cuerpo de la víctima con cartones, para evitar que las golpizas que le propinan dejen moretones, le colocan cinta adhesiva en los ojos para que no vean y le dan golpes objetos de madera o palos por todo el cuerpo.
–El pulpo: esta tortura, identificada por la Misión de Determinación de Hechos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Venezuela, consiste en obligar a las víctimas a colocarse en una posición llamada “el pulpo”, en la que la persona es sometida a la carga de un cinturón del que cuelgan cadenas en los que se inmovilizan las muñecas y los tobillos.
–La caja china: se conoció que dentro de la sede de la Dgcim en Boleíta en Caracas, existe un cuarto de 60 centímetros de ancho, donde colocan a las personas de pies y no tienen oportunidad de poder sentarse o arrodillarse durante horas o días.
–Extracción: Las víctimas son sometidas a extracciones con alicates de uñas de las manos y los pies.
Todas estas situaciones, documentadas por ONG defensoras de derechos humanos y abogados defensores de políticos detenidos en los últimos años, demuestra la vulneración de los derechos políticos en el país y estos delitos de lesa humanidad, según el criterio de la Corte Penal Internacional (CPI), por los cuales inició una investigación en el territorio nacional. Además de las restricciones, vejaciones y los retrasos procesales que constantemente denuncian sus familiares para exigir justicia.